1. Amor y disciplina siempre van de la mano.
2. Dijeron los sabios: «Por siempre que la izquierda aleje, y la derecha nos acerque».
a) El lado derecho representa al Jésed (Bondad, amor, misericordia).
b) El lado izquierdo simboliza a la Gevurá (Rigor, disciplina, severidad).
3. Es nuestro deber alejar la mala inclinación (ietzer hará), y acercarnos a la buena inclinación (ietzer hatov).
4. La disciplina nos aleja del mal comportamiento, y el amor nos acerca a la buenas costumbres.
5. Sin disciplina no hay crecimiento.
6. El amor muchas veces se viste de rigor.
7. Dios a quien ama disciplina, como un padre al hijo en quien se deleita. (Proverbios 3:12).
8. Un hijo disciplinado es una gran fuente de placer y orgullo para sus padres.
9. ¿Cuál es el Padre que no corrige a sus hijos?.
10. ¿Acaso puede un Padre amar a sus hijos y al mismo tiempo ignorar sus malas conductas?
11. No es nada sano irse a los extremos:
a) La disciplina sin amor puede generar odio, rebeldía y resentimientos.
b) El amor sin disciplina tiende a crear libertinaje.
12. Tanto el amor como la disciplina son recursos importantes e imprescindibles en cuanto al crecimiento y desarrollo personal de nuestros hijos.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)
Buen texto…