Se recita para el estudio de la Torah, pero también es usado para prevenir abortos. En este salmo se nos aconseja apartarnos de las malas influencias, buscar la alegría y dar muchos frutos en este mundo. En resumen, llevar una vida llena de muchas Bendiciones.
“1 Ashré haish ashér lo haláj baatzát reshaím, ubdérej jataím lo amád, ubmosháb letzím lo iasháb. 2 Ki im-betorát ADONAI jeftzó, ubtorató iehgué iomám valáila. 3 Vehaiá keétz shatúl al-pálgue-máim, ashér pirió itén beitó, vealéhu ló ibból, vejól ashér-iáasé iatzlíaj. 4 Ló-jén hárshaím, kí im-kammótz ashér-tiddefénnu rúaj. 5 Al-kén ló-iakúmu reshaím bammishpát vejataím baadát tzaddikím. 6 Kí-iodéa ADONAI dérej tzaddikím, vedérej reshaím tobéd.”
1 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, 2 sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera. 4 No así los impíos, Que son como paja que se lleva el viento. 5 Por tanto, no se sostendrán los impíos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos, Pero el camino de los impíos perecerá.
El camino de los malos conduce a la perdición: No es que el Supremo procure la destrucción de ellos, sino que sus propias acciones son las que sellan su destino.