1. Todo aquél que enseña Torah (palabra de Dios) al hijo de un amigo, se considera como si lo hubiese engendrado.
2. Los hijos con buen comportamiento son de gran honra y beneficio para su padres.
3. No se debe favorecer a un hijo por sobre otro, esto crea envidias y rivalidades.
4. Es necesario enseñar a los hijos a comportarse desde los primeros años de su vida.
5. El nombre que le colocas a tu hijo es muy importante; el nombre es una energía que define nuestro destino.
6. Dios obra en la persona según su nombre; el nombre de la persona influye en todos los aspectos de su vida.
7. Cuando una persona no tiene piedad de sus hijos, está demostrando que no conoce en absoluto lo que es la santidad. La piedad también incluye disciplina; quien se apiade de su hijo siempre buscará corregir sus errores.
8. Cuando el hijo de una persona se dedica al estudio de la Torah (palabra de Dios), es como si la persona nunca muriese.
9. Cuando un niño llega al mundo, también llega la bondad.
10. Los hijos son un préstamo de Dios.
11. Educa a tus hijos conforme a los valores y principios instituidos por Dios; tarde o temprano Dios pedirá cuentas del préstamo que nos ha entregado.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)