1. Enseñan los sabios: «La carga es de acuerdo al camello» y «La recompensa es proporcional al dolor sufrido».
2. No existe una prueba que llegue a tu vida y que tú no puedas soportar.
3. Dios conoce tu potencial, recursos y habilidades; por lo tanto, no está permitida la excusa, irresponsabilidad y falta de coraje con respecto a las dificultades de la vida.
4. El sabio puede reconocer el bien oculto en medio de las pruebas.
5. Dios prueba al justo con el único fin de refinar su alma y recompensar su vida en este mundo y el venidero.
6. Cuanto mas grande sea la prueba mayor será la recompensa.
7. Está prohibido rendirse.
8. Una fe que no es genuina, siempre cuestionará la bondad de Dios en medio de la aflicción.
9. Pero una fe verdadera agradecerá a Dios por la oportunidad de refinar su alma en medio de la prueba.
10. La prueba no es más que un envoltorio de regalo donde se oculta una gran luz.
11. Declara: «Si Dios ha permitido que esta prueba llegue a mi vida, es porque Dios sabe que yo podré superarla.»
12. «Dios es Bueno y todo lo que Él hace es bueno.»
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)