1. Tienes el potencial para rectificar este mundo, por lo menos tu mundo.
2. Dios creó este mundo como un gran obsequio para ti. ¡Disfrútalo!
3. Para cambiar el mundo, basta con que cada uno haga su parte.
4. No se te exige que repares el mundo por completo, pero tampoco se te exime de que hagas lo que sólo a ti te corresponde.
5. Toda alma desciende a este mundo con un propósito; digamos que con una instrucción y reparación muy específica que realizar.
6. Oración, meditación y acción, nos conducirán a una verdadera corrección.
7. En esta vida se te brinda una gran oportunidad de reparar, amar, perdonar y avanzar; no la desperdicies.
8. Un tikún (reparación) no es un sufrimiento como muchos lo han malinterpretado; sino, un hermoso camino que transitar donde podremos elevar y santificar el alma.
He soñado con un mundo mejor…
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)