Asumimos que somos un cuerpo al cual se le ha entregado un alma, y así no es. Esta es la razón por la cual sufrimos tanto por lo material; una consciencia errónea acerca de nuestra existencia.
Somos seres espirituales que descendieron a una dimensión física, y que en al algún momento tendrán que retornar a su esencia.
Somos almas, dentro de una vasija.
De hecho, existen 5 niveles de alma:
1. Yehidá: Fundirse con Dios.
2. Haiá: Supraconsciencia.
3. Neshamá: consciencia, espiritualidad.
4. Ruaj: emociones, sentimientos, intelecto.
5. Nefesh: pasiones, instintos.
Somos seres de luz. Nuestro verdadero hogar está más allá de lo que puedan percibir nuestros cinco sentidos físicos.
Nuestro Reino no es de este mundo. Por ahora, disfruta del viaje y aprende todo lo que puedas.
Shalom Shalom