1. Los verdaderos cambios se gestan en lo profundo de nuestra alma.
2. No existe cambio que se ejecute en lo material, si primero no tuvo su origen en el plano espiritual.
3. Todo acontecimiento en el mundo material, tiene su raíz y esencia en el mundo espiritual.
4. Enseña la Kabbalah que hasta una simple planta crece en este mundo, tan solo porque existe un Malák (Ángel) en los cielos designado para su cuidado y crecimiento, el cual le ordena cada día que crezca y de fruto.
5. El mundo espiritual es la causa, y el mundo físico es la consecuencia; es por eso que a Dios también se le llama: «La Causa de todas las causas».
6. El mundo físico sólo es una vasija que alberga diversas esencias almaticas.
7. Nuestro verdadero «Yo» es el alma, el cuerpo solo es un estuche temporal.
8. Por eso, cambios eternos sólo podrán lograrse a nivel del alma.
9. ¿Cómo podríamos lograr cambios contundentes en nuestras vidas?
- Oración, meditación y el estudio constante de la Torah (Palabra de Dios, Instrucciones de vida).
10. Una agradable y fructífera conversación con Dios, siempre traerá cambios significativos en tu vida.
11. Todo proyecto que decidas emprender en este mundo físico, y que no cuente con el respaldo y la aprobación de Dios, lamentablemente estará destinado al fracaso.
12. Nuestras verdaderas batallas se están librando en lo profundo de nuestro ser, y es allí, en lo espiritual, donde se obtienen grandes victorias.
13. Si no te preocupas por conversar con Dios, créeme que nada formidable sucederá en tu vida.
14. Quien busque Bendición, sabrá que el secreto está en la oración.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)