- Cada día el sabio clama a Dios por Su Sabiduría; pero los necios ya creen y aseguran haberla alcanzado.
- Lo que sabemos es una gota, y lo que desconocemos es todo un océano.
- Si crees que has alcanzado la sabiduría, no te jactes, pues para eso has nacido.
- Mucha humildad, que aún queda mucho por aprender. Aquí nadie es dueño de la verdad; solo Dios, Él es la verdad.
- ¿Quién es sabio? Pues aquel que dispone su corazón para aprender de cualquier persona.
- Aquél que anhele la sabiduría, pídala a Dios, Él se la dará.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)