Todo hombre, mujer, niño y anciano, está en el deber y compromiso de conversar a diario con Dios. Cualquier persona puede acercarse y conversar con Dios.
A diario debemos aislarnos en un lugar que nos brinde mucha paz y tranquilidad, por lo menos unos 45 minutos. Y allí, en ese lugar, entablar una rica y productiva conversación con nuestro Hacedor; sin que nadie mas interfiera.
La oración es una poderosa arma espiritual, y de usarla, créeme que nos cambiaría la vida por completo. Es en los momentos de oración donde sanas tu pasado, agradeces por tu presente, y construyes un mejor futuro.
Se dice que cuando oras, solo Dios y Tú existen Dios, nadie más existe.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)