Es sorprendente, pero lo que antes parecía ser un mal, resultó ser un Bien. La prueba a la que tanto nos resistimos en el pasado, terminó siendo una gran Bendición en nuestra vida…
Sea cual sea la situación que nos toque vivir, debemos aprender a sonreír y dar gracias a Dios; pues toda prueba contiene un bien oculto.
El que tú no entiendas el “por qué o para qué” de lo que hoy día estas viviendo, eso no significa que Dios no esté obrando a tu favor. Tu deber es creer, confiar y tener paciencia… tu Bendición ya está en camino.
Dijo David HaMelej (El Rey David):
“Al Eterno esperé pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.” (Tehilim/Salmos 40:1-2)
Repite conmigo: “Mi Dios, yo no entiendo el por qué o el para qué de esta situación que hoy día estoy viviendo, pero de algo si estoy seguro, y es que Tú eres Bueno y todo lo que Tú haces es Bueno… Gracias te doy por las pruebas, crisis y sufrimientos; creo que todo ocurre para Bien… Solo te pido que fortalezcas mi fe en los momentos de aflicción, y jamás permitas que caiga en incredulidad, desconfianza, herejía o depresión… Usted es Soberano, hágase su voluntad.”
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)