1. Es en los momentos más críticos de nuestra vida donde realmente se manifiesta la verdadera Fe.
2. Muchos dicen creer, pero aún su Fe no ha sido pasada por fuego.
3. La verdad es que necesitamos ser probados para saber que tan grande (o débil) es nuestra Fe.
4. El alma se nutre y se fortalece en medio de las pruebas, el sufrimiento y la aflicción; es allí donde se revela nuestro mayor potencial espiritual.
5. Cuando todo te parezca imposible, mayor tendrá que ser tu entusiasmo.
6. Rendirse jamás será una opción a considerar. Tu debes siempre será avanzar; créeme que Dios abrirá caminos donde no los hay.
7. Bendito el hombre cuando es probado. Está escrito: «Adonay Tzadik Ibján – Dios prueba la justo» (Tehilim/Salmos 11:5)
8. Dios está forzando tu Fe… ¡No te resistas y déjala fluir!
9. Dijo el Sabio: «Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras (pruebas), y yo te mostraré mi fe por mis obras (por las pruebas a las cuales he sido sometido).»
10. La fe no es religión, tampoco es positivismo, imaginación e ilusión; la Fe es poder, es certeza y convicción.
11. La verdadera Fe es el arduo entrenamiento y refinamiento del alma en este mundo.
12. No existe fe sin pruebas…
13. ¿Qué tan grande es tu fe? ¿De qué sustancia está hecha tu fe? ¿Es una fe imaginaria? o ¿es como el acero que es trabajado en el fuego? ¿Sabías tú que toda alma tendrá que ser probada?
14. Una fe sin pruebas no es mas que fantasía; solo sería una fe muerta.
15. Si rechazas las pruebas, al mismo tiempo estarías rechazando el refinamiento del alma.
Shalom U’Brajot (Paz y Bendiciones)